Haejin Yoo crea pinturas acrílicas que combinan elementos del expresionismo y el surrealismo, caracterizadas por su intensidad emocional y un enfoque introspectivo. Sus obras suelen partir de lienzos crudos que ella misma prepara, un proceso que refleja su filosofía de construir desde cero, tanto en el arte como en la vida. Haejin Yoo describe su proceso como una forma de encapsular emociones pasadas y presentes, con el objetivo de que sus pinturas sirvan como un "respiro" para quienes las observan.