Yoshitoshi Kanemaki, un artista japonés contemporáneo, es conocido por sus esculturas de madera que capturan la complejidad emocional humana. Estas obras, generalmente de tamaño natural, están talladas usando la técnica tradicional "ichiboku-zukuri", que implica crear figuras a partir de un solo bloque de madera, específicamente madera de alcanfor. Sus esculturas a menudo representan mujeres jóvenes con múltiples caras o expresiones, lo que refleja contradicciones y ambivalencias en la experiencia humana. Algunas piezas también incluyen figuras fusionadas o elementos esqueléticos, explorando temas de mortalidad. El estilo de Kanemaki es descrito como extraño y adorable, con detalles que destacan su visión personal, como duplicaciones de extremidades o cuerpos, y formas que parecen "glitch" o anormales.
Las esculturas de Kanemaki son un testimonio de la capacidad del arte para explorar las profundidades de la experiencia humana, combinando técnica tradicional con una visión moderna y profundamente personal.