Las pinturas de Dino Valls, pintor español nacido en 1959 en Zaragoza, se caracterizan por una figuración de vanguardia que combina técnicas clásicas, como el temple de huevo y el óleo, inspiradas en los maestros flamencos e italianos de los siglos XV al XVII, con una estética contemporánea y profundamente simbólica. Su obra explora la psique humana, proyectando un contenido inconsciente cargado de simbolismo psicológico y referencias a la medicina, la anatomía y la historia del arte. Las figuras, a menudo idealizadas y sin modelos reales, presentan rostros ambiguos, de belleza inquietante, que evocan emociones como el dolor, la duda o el tormento. Sus composiciones, de técnica minuciosa y pincelada impecable, mezclan elementos renacentistas, góticos y surrealistas, creando una atmósfera atemporal que refleja tanto lo racional como lo irracional del ser humano.