Las pinturas de Camille Rose Garcia son un vibrante crisol de pop surrealista y gótico, con colores saturados y contrastes oscuros. Sus personajes, como criaturas antropomórficas y princesas melancólicas, habitan mundos oníricos que mezclan cuentos de hadas con crítica social. Inspirada por Edward Gorey y Disney, usa acrílico y tinta para crear escenas detalladas que exploran alienación y consumismo con un toque subversivo.