Las fotografías de Peter Hujar destacan por ser en blanco y negro y por su enfoque en el retrato íntimo. Su trabajo documentó la escena cultural del centro de Nueva York en las décadas de 1970 y 1980, capturando a artistas, músicos y escritores de su círculo social con una sensibilidad y empatía únicas. Figuras como Susan Sontag y David Wojnarowicz fueron retratadas de una manera cruda y honesta, revelando su "yo interior" de una forma serena y, a menudo, melancólica. Hujar se centraba en la persona, prescindiendo de accesorios y escenografía para transmitir una conexión directa con el sujeto.
Más allá de los retratos humanos, su obra explora temas como la dualidad de la vida y la muerte, evidente en su libro Portraits in Life and Death, que yuxtapone retratos de personas vivas con imágenes de las catacumbas de Palermo. Con la misma sensibilidad, Hujar también fotografió animales, paisajes urbanos y objetos inanimados, mostrando una habilidad excepcional para encontrar belleza y emoción en cualquier sujeto, ya sea un perro o los muelles abandonados del río Hudson.