Las ilustraciones de Giulia Pintus parecen centrarse en la celebración de la imperfección y la individualidad. Sus personajes, a menudo retratados en situaciones cotidianas o en momentos de calma, desafían los estándares de belleza tradicionales, mostrando cuerpos y rasgos únicos que reflejan la autenticidad. Promueve un mensaje de positividad corporal y aceptación de uno mismo, destacando la psicología y la esencia única de cada figura.